La Seguridad Vial es el conjunto de mecanismos y acciones que promueven el uso correcto de la vía pública por parte de sus usuarios (peatones, conductores y pasajeros), mediante la aplicación de conocimientos, leyes, reglas y normas de conducta; que garantizan la adecuada circulación vial, previenen los siniestros de tránsito y evitan las víctimas causadas por estos. En el artículo anterior concluimos que existe Seguridad Vial cuando los Factores: Humano, Vehículo y Vía, se complementan de manera equilibrada.
Cuando alguno de ellos se encuentra ausente o no interactúa íntegramente con los otros, se producen los siniestros viales que a su vez pueden ocasionar fallecidos y lesionados. Dichos factores son determinantes de la Seguridad Vial y conforman el denominado “Triángulo Accidentológico Vial”. Si profundizamos sobre los mismos, podemos decir que el Factor Humano comprende el comportamiento de los usuarios de la vía pública (“Factor Usuario”), que el Factor Vehículo se refiere al estado de los automotores y que el Factor Vía contempla las condiciones de las vías terrestres de circulación. Con respecto al Factor Humano, debemos indicar que los usuarios ejercen los roles de conductores, acompañantes, peatones o pasajeros de unidades del transporte público, incidiendo en que se produzcan los sucesos vehiculares al incurrir en “fallos” o “errores” humanos. El Factor Humano incluye además a las autoridades de control y de sanción (Policía Municipal de Tránsito, Patrulla Caminera y Fiscalía).
La ausencia de agentes de policía y de fiscales que ejerzan un control de alcoholemia en un cierto lugar, puede provocar que los conductores alcoholizados causen siniestros que lamentar en su camino. De igual manera, supongamos que un conductor o acompañante va circulando por una vía sin tener abrochado su cinturón de seguridad y en su trayecto no encuentra una barrera de control de tránsito que lo detenga, entonces puede ocurrir el hipotético caso de que sufra un choque o vuelco más adelante, pudiendo morir o quedar lesionado de gravedad tras salir despedido del vehículo. En los ejemplos citados, los fallos cometidos por los policías y los usuarios, son determinantes para que haya “Inseguridad Vial”, incluso poniendo en riesgo vidas humanas. Por otra parte, si un conductor descuida los Factores Vehículo y Vía, puede provocar siniestros vehiculares graves como por ejemplo, cuando no verifica el estado de los frenos o de las luces; o cuando conduce una motocicleta en condiciones de lluvia intensa. En los casos mencionados, el Factor Humano es el que tiene el poder de controlar las situaciones adversas del tránsito, por eso, sigue siendo el mayor responsable de los siniestros viales en el mundo, representando el 95%, en tanto que la incidencia de los Factores Vehículo y Vía, corresponden a un 3% y a un 2%, respectivamente. Según algunos expertos, en los últimos años esos porcentajes variaron considerablemente alcanzando el 80 al 90 % para el Factor Humano y 5 al 10% para cada uno de los otros dos Factores. La Educación Vial es la herramienta más eficaz para concienciar al Factor Humano y consiste en el proceso de enseñanza y aprendizaje de conocimientos, hábitos, destrezas, actitudes y normas que regulan la circulación de vehículos y de personas en la vía pública, con el fin de prevenir los siniestros viales salvando vidas. Para que exista Seguridad Vial, los usuarios deben estar informados, capacitados, cumplir las reglas de tránsito y conducir en óptimas condiciones psicofísicas; los vehículos deben circular en perfecto estado de funcionamiento, las vías deben estar correctamente diseñadas, conservadas y señalizadas; y las condiciones ambientales y climatológicas desfavorables deben ser controladas por el conductor, como por ejemplo la falta de iluminación o de visibilidad por niebla densa.